Las
enfermedades del oído pueden
deberse a causas infecciosas, malformaciones, lesiones, exposición a sonidos
fuertes, cambios bruscos de presión, por introducir agentes externos al
orificio de la oreja, traumatismos, etc.
Algunos de los padecimientos más comunes en el caso de las
enfermedades del oído son:
Infecciones: éstas se presentan con mucha más frecuencia en los
niños que en los adultos. En general, afectan al oído medio, por lo que se denominan otitis media. Lo
que sucede es que los tubos dentro del oído se tapan con líquido y moco,
afectando la audición.
El tratamiento para las
infecciones de oído puede
llegar a requerir antibióticos, pero para suministrarlos es importante acudir
con un
otorrinolaringólogo de
experiencia, como el
Dr. Carlos García Leos.
En el caso de la
sordera, ésta implica la dificultar de usar
el sentido del
oído debido a la
pérdida de la capacidad auditiva parcial, unilateral, bilateral, o total. Puede
presentarse debido a un rasgo hereditario o puede ser consecuencia de una
enfermedad, traumatismo o exposición a largo plazo al ruido.
Respecto a los
tapones de cerumen, éstos son acumulaciones
excesivas de cera que se producen al interior del oído, generando la
perdida de la audición y otros síntomas
desagradables.
Esta cera tiene una función protectora del oído al impedir la entrada de
microorganismos. Sin embargo, cuando la cantidad aumenta, se forma un tapón que
favorece las
infecciones del oído.
Los
tapones de cerumen requieren ser eliminados para recuperar la
audición y evitar otras enfermedades. Generalmente se aplica un producto
para suavizarlos, ocasionalmente se tiene que irrigar el conducto con agua
caliente o extraer la cera con un hisopo.
Finalmente, los traumas directos son muy frecuentes y suceden cuando un
paciente se rasca el oído con instrumentos inadecuados o cuando se trata de
eliminar cuerpos extraños de la manera incorrecta.
Con
información de:
http://www.elnuevodiario.com.ni/
https://medlineplus.gov/
http://www.botanical-online.com
http://files.sld.cu/otorrino/files/2011/04/cap_2_libro_2.pdf